La revolucion cumple la media rueda. El aniversario es para atragantarles las doce uvas a cualquiera... cincuenta anos! Demoledor, angustiante, enajenador este cumpleanos. Uno trata de sobrellevarlo, autofelicitandose por la suerte de haber salido de Cuba, por haberse escapado de todo aquello, pero el sabor amargo de este aniversario nos persigue.
Una simple reflexion sobre lo largo de este proceso no puede sino hacernos estremecer. Y es que medio siglo es una eternidad historica. En menos de cincuenta anos transcurrio la breve y fragil Cuba republicana, del 20 de mayo del 1902 hasta el golpe de Batista en marzo del 1952; el periodo de comunismo en Europa del Este fue y vino en 45 anos, del 1945 al 1990; nuestro Jose Marti vivio solo 42 anos entre 1853-1895; las supuestamente largas dictaduras de Franco y Porfirio Diaz duraron 36 y 35 anos, respectivamente y fueron 30 anos los del periodo entre las guerras cubanas de independencia.
Es imposible explicarse las causas y motivos de tan extensa longevidad del castrismo, en el calor de la contemporaneidad es dificil emitir juicios imparciales sobre este fenomeno. Quizas seria mejor dejarle a historiadores y futuros ‘cubanologos’ el analisis de como y por que un grupo de muchachos revoltosos fueron capaces de tomar un pais por las riendas, virarlo boca abajo destruyendo instituciones y construyendo un nuevo sistema que les ha permitido envejecer y morir en el poder.
Si tuviera que citar razones por esta supervivencia de Fidel Castro y los suyos, me atreveria a resumirlas en una: El castrismo descubrio desde su epoca inicial que la mejor forma de neutralizar todo tipo de disidencia o rebelion fue trasplantadola a los Estados Unidos, haciendola nula una vez cruzadas las famosas 90 millas. Mientras en Praga o en Cracovia un dramaturgo disidente convertido en taxista o un electricista catolico sabian que no habia marcha atras y convocaban a la masa popular a soƱar con el futuro y destruir el totalitarismo socialista, en Cuba por decadas se han marchado las fuerzas vivas y cabezas pensantes de la sociedad hacia el exilio en constante sangria humana, depositando cualquier esperanza de cambio en las ineptas manos de gobiernos norteamericanos.
Decir que como pueblo los cubanos hemos fracasado y reprocharnos el nos habernos podido sacudir el yugo del castrismo, ademas de simplista, seria injusto para los tantos miles de presos politicos, de fusilados, disidentes etc que han luchado y luchan por un cambio. Aun asi, este largo periodo de dictadura demuestra que los cubanos sufrimos en demasia ese sindrome del choteo que tan bien describio Manach y otras muchas tendencias negativas.
El cubano tiene una capacidad increible para adaptarse a las situaciones adversas y sobrevivir. Por decadas, el “resolver” ha apuntalado a un sistema ineficaz y anticuado que pudo sobrevivir el fin del socialismo real en Europa cuando todos apostaban por sus ultimos dias. El oportunismo tambien ha brillado en nuestra esfera, ya que la revolucion ha tenido seguidores, cederistas, marchantes, milicianos, federadas y otros ‘cuadros’ que la han aplaudido y apoyado pero que despues, una vez arrepentidos, lavan sus pecados en las aguas absolvedoras del Estrecho de la Florida y vienen a sentar catedra en el exilio como expertos instantaneos en la problematica cubana.
Perdonen lo desorganizado y pesimista de estas lineas, pero creo que el aniversario no acomoda otros sentimientos. Se dice que lo ultimo que se pierde es la esperanza, y yo que ya peino canas pero ni habia nacido ese 8 de enero de 1959 cuando entraron los barbudos en mi Habana natal, todavia me aferro a la esperanza de ver a mi pais libre. Sin embargo, ya el cambio, que es inevitable que suceda por el imperativo biologico de las muertes naturales de Fidel y Raul, tendra el sabor agridulce de una victoria parcial, que como pueblo no fuimos capaces de conseguir.
Domingo Noriega
1 de Enero del 2009
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