Monday, February 6, 2012

Sara Gonzalez


Hay dos tipos de artistas, los que componen y cantan y no pegan, y los que al hacerlo te inculcan un estribillo en el cerebro, y terminamos rindiéndonos a lo inevitable y tarareando sus canciones. Sara González pertenecía a este segundo grupo. Su música y canciones fueron parte de la banda sonora de esa revolución que en la década del 70, todavia joven y llena de proyectos y esperanzas para la isla, utilizaba el talento artístico de gente como la trovadora del barrio de Cayo Hueso para darle un toque tropical y hasta occidental al sobrio realismo socialista que emanaba de la URSS y sus satélites. Era un pais lleno de contradicciones, un lugar donde un gusano, hijo de siquitrillados como yo me sabia y cantaba aquello de "cada cuadra un comité" por que me gustaba como sonaba pero a la vez me cagaba en la madre de los chivatones que nos hacían la vida imposible a mi y a mi familia. Fue quizás por una especie de nostalgia masoquista por lo que me compré un casete de sus grandes éxitos en una tiendecita del bulevar San Rafael la ultima vez que estuve en Cuba.

Se fue la Sara, y según sus ultimas declaraciones en torno a la controversia Silvio-Pablito, murió obstinadamente fiel a ese sistema al que tanto cantó. Esa lealtad contrasta con la actitud muchos de sus colegas, que cambian el chaleco político de acuerdo al país que visitan... por si las moscas. Que en paz descanse